Entra por mi
ventana y se queda quieto. Temo que se vaya, temo tocarlo. El temor paraliza.
Él no parece
estar asustado. Se mueve lentamente, cómodo.
Volar gatuno.
Pienso en
acercarme… no quiero que se vaya. Sus plumas me atraen. La atracción paraliza.
Me acerco, se
acerca. Él no tiene miedo y frota su cabeza contra mi pierna.
Ronroneo de
pájaro.
Me fundo en su
belleza de azul profundo, vibrante. No quiero que se vaya.
Me
despierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario