6/3/08

Autorretrato


El oscuro rostro de un perro ladrando, caninos chorreantes de espuma rabiosa, imágenes, manadas de gente caminando la rozan sin saber que ella existe, imágenes, manos que tapan oídos para no oírla, para no oírla.
Ella abrió los ojos, estaba sentada en la cama y hacía rato que se había perdido. Desde el monitor de su computadora Frida la observa tiesa en su autorretrato. Ella se sintió inválida como Frida, pero sin físicamente estarlo. Pensó que a pesar del dolor la artista mexicana se veía bella en rojos, amarillos y azules.
Encendió un cigarrillo y se acercó a un espejo al lado de su cama, la imagen duplicada estaba pálida. Ella tomó sus maquillajes y comenzó a pintarse: polvos negros y rosas, brillos y pestañas arqueadas. Su cuadro ya estaba listo. Sonrió, las imágenes ya habían dejado de hostigarla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Paso a leer un ratito y te dejo saludos.